Paleolítico Inferior y Medio
- Hace unos 2’5 millones de años aparecieron los primeros homínidos en África: el homo hábilis, que nunca abandonará el continente africano.
- Hace 1’8 millones de años aparece el homo ergaster, de cuya evolución surge el homo antecessor, que será el primer homínido que abandone África, dando lugar al homo neanderthalis en Europa y al homo erectus en Asia.
- Hace 100.000 años sale una oleada de África de homo sapiens sapiens que poblará todo el planeta. A la península Ibérica llegarían hace unos 40.000 años.
- Hay diferentes teorías en cuanto a la llegada a Europa:
- Ruta horizontal: pasarían de África a la zona más oriental de Europa y desde allí se irían desplazando hacia occidente, pero siempre por las zonas más meridionales (con un clima más apto para la vida).
- Ruta vertical: cruzarían a través de Sicilia o de Gibraltar, pero esta teoría está muy cuestionada.
- Nuevos hallazgos dan lugar a nuevas hipótesis como ocurre con el yacimiento de Atapuerca (Burgos)
- En el Paleolítico Medio aparece en Europa del primer homo sapiens, el Neanderthal, que desaparecerá a lo largo del paleolítico superior.
- El Neanderthal es el primero Homo del que hay constatados rituales funerarios y ofrendas, destacando el culto al oso.
- Destacan los yacimientos de la Cueva de la Carigüela en Granada, la de Genista en Gibraltar y la Sima de los huesos en Atapuerca.
Paleolítico Superior: 35.000 – 10.000/8.000
- Periodo glacial
- Ya se atestigua en la península la presencia del Homo Sapiens Sapiens.
- En sus al menos 5000 años de convivencia con los Neandertales no se descarta que pudieran realizarse mestizajes donde la carga genética del homo sapiens fuera dominante
- Yacimientos por gran parte de la península: Altamira en Cantabria o Tito Bustillo en Asturias.
- Aparecen por entonces, y en estos mismos yacimientos las primeras pinturas rupestres, siempre de carácter religioso y ritual, se barajan dos motivaciones (no excluyentes):
Epipaleolítico-Mesolítico: 10.000 – 6.000
- Profundos cambios ambientales
- Transición entre los cazadores recolectores del paleolítico y los productores neolíticos.
- Comienza la tendencia a la sedentarización, pues en la Península ya se observa una protodomesticación.
- Hay tres zonas bien diferenciadas:
- Asturias: explotación intensiva de los recursos marinos (cultura de los concheros).
- Mediterránea: hábitat en cuevas y abrigos, en la que al aire libre casi ha desaparecido y destaca la industria microlaminar.
- Atlántica o de Portugal: hay un grupo de concheros y una industria tanto macro como microlaminar.
Neolítico: en la P.Ibérica VI-IV milenios.
- El ser humano comienza a producir sus propios alimentos gracias al cultivo de plantas y a la domesticación de los animales, lo que permite la sedentarización y la adquisición de nuevas técnicas, como la piedra pulimentada la aparición del telar y sobre todo la cerámica.
- En la Península se va a dar en zonas periféricas como la costa mediterránea, donde ya aparecen las primeras inhumaciones individuales y algunos ajuares funerarios (brazaletes, anillos, cuentas de collar...)
- Surgen asentamientos “urbanos” en la zona de la actual Cataluña, Valencia, sureste de Andalucía, Euskadi y sur de Portugal, así como en la meseta.
- Se desarrolla el megalitismo con un origen ritual, que en la península se concentra en la zona andaluza y lusitana, donde sin embargo se levantarán auténticos núcleos urbanos incluso fortificados como el caso de la cultura de Los Millares en Almería
- La manera de enterrar a los muertos también nos indica un cambio cultural y una estratificación social acorde con la sedentarización, acumulación de excedentes, división social del trabajo (también sexual), y la redistribución por parte de una élite emergente que sería enterrada con ajuares y donde sus restos se guardarían en objetos de cerámica individuales frente a las sepulturas colectivas de la mayoría de la población.
- El dolmen (piedras colocadas en círculo) sería un ejemplo de estas “tumbas aristocráticas” que aparecen a lo largo del litoral atlántico
- También aparecen los sepulcros de cúpula (a modo de los tholos griegos) que más adelante se van ampliando con un corredor sobre todo a lo largo del litoral mediterráneo.
TEXTO I.
“Es por
tanto seguro que los últimos neandertales habitaban todavía el sur de Europa
cuando los humanos modernos ya pintaban rinocerontes, leones y bisontes en las
paredes de la Cueva Chauvet, y 10.000 años más tarde de que los primeros
humanos modernos se instalaran en la Península Ibérica. No obstante, no debe
pensarse que los humanos modernos avanzaron de este a oeste como una
apisonadora que extinguía a todos los neandertales a su paso. Durante miles de
años unos y otros debieron de repartirse el mapa de Europa formando un mosaico
de poblaciones entremezcladas. Como hemos visto, hace unos 40.000 años había ya
humanos modernos en Cataluña y
Cantabria, y miles de años después aún sobrevivían neandertales bien al norte
de los Pirineos. Es posible imaginar que las bolsas de población neandertal
irían poco a poco reduciéndose hasta desaparecer la última de ellas.
Esta
larga coexistencia de neandertales y humanos modernos es uno de los capítulos
de la Prehistoria que más excitan la imaginación del público, y ha dado pie a
relatos como La
Guerre du Feu (1911) de J. H. Rosny-Aîné, llevada al cine por Jean-Jacques
Annaud en 1981 (y titulada en castellano En busca del fuego), o la saga
del Clan del oso cavernario de Jean Auel. Un episodio especialmente
intrigante de esta coexistencia entre neandertales y humanos modernos es el
origen de la tecnología Chatelperroniense (1) y otras similares. ¿Habrían
desarrollado los neandertales por su cuenta el uso del hueso, el asta y el
marfil para fabricar instrumentos y adornos, así como la producción de largas y
finas láminas de piedra? ¿Lo hicieron en varios lugares de Europa
independientemente? ¿O lo copiaron de los humanos modernos, observándolos
trabajar, o fijándose en los objetos abandonados?
En el
mundo en el que vivimos estamos familiarizados con la idea que la comunicación
y la información son la clave del progreso y base de nuestro actual desarrollo
tecnológico. Por eso la posesión del lenguaje articulado parece nos da una
indiscutible superioridad sobre el resto de los seres vivos en la lucha por la
existencia. Pero si se reflexiona un poco es fácil comprender que la habilidad
lingüística no le aprovecha de nada a un humano solitario enfrentado a la
naturaleza con sus únicos medios, y que esta característica sólo tiene sentido
en el interior del grupo al que necesariamente pertenece. El lenguaje no es una
propiedad del individuo, sino de la colectividad
(…) Para
un buen número de autores, la ausencia de un auténtico lenguaje en los
neandertales fue una de las principales causas (tal vez la principal) de su
sustitución por los humanos modernos (…) Aunque esta superioridad del homo sapiens sapiens es una
hipótesis atractiva, no acaba de encajar con los fósiles. Aparte que no esté
claro el tipo de lenguaje que tuvieron los neandertales, ya hemos comentado que
éstos no fueron «arrollados» por los humanos modernos en un proceso rápido y universal,
sino que la sustitución de unos por otros duró cerca de 10.000 años. Si los
humanos modernos tenían una ventaja tan abrumadora en cuanto a complejidad
social y explotación del medio, ¿por qué tardaron tanto en remplazar a los
neandertales?”
(1) Periodo
del Paleolítico Superior durante el cual convivían ambas especies. Debe su
nombre a los yacimientos de Châtelperron (Francia)
JUAN LUIS ARSUAGA & IGNACIO MARTÍNEZ
(1998) La especie elegida
Preguntas clave
- Primeros homínidos ¿Llegan a Europa a través de Asia central o del estrecho de Gibraltar?
- El paleolítico y los neandertales. ¿Qué papel pudo tener el ritual y la simbolización en la evolución humana?
- Relación entre sedentarización y división social. Ejemplos en la península ibérica
Bibliografía
ARSUAGA, J
L (1998) La especie elegida. Tanto por saber. Madrid [PDF]
CASSIRER,
E (1965) [1944] Antropología filosófica (Caps. II y III). FCE. Madrid
GEERTZ, C (1988) The interpretation of cultures
(Capitulo 1). Basic Books. New York.
HARRIS, M (1977) “The origin of pristine states”. En Cannibals
and Kings: The origins of culture. Vintage. New York