mercredi 17 octobre 2012

De los Metales a la Antigüedad Clásica



Edad de los metales (del 3000 al 1000 a. C)

  • Se suceden olas de emigrantes venidos del Mediterráneo llamados por los recursos naturales, como en la Edad del Cobre (h. 3000 a. C) donde las minas de Almería constituían uno de los yacimientos más llamativos y prometedores 
  • Ya en la Edad del Bronce (h. 2000 a. C) comienzan a aparecer bolsas de población autóctonas y aisladas en torno a unos usos culturales compartidos como es el caso de la Cultura del Argar (también en Almería) o la Cultura talayótica balear, que gracias a su situación geográfica le permitió a su vez una conexión con los pueblos más avanzados en expedición marítima y un aislamiento al interior de las islas que logró consolidar una arquitectura megalítica que resulta en uno de los aspectos más característicos de este pueblo. 
  •  A través de los Pirineos llegan los primeros colonizadores propiamente dichos, los celtas, alrededor de 1100 a. C y que se instalarían a lo largo del litoral cantábrico de la península, siendo características sus asentamientos en forma de castros y el uso metalúrgico del hierro, lo que a su vez ayudó a la extensión del arado.
  • La mezcla de pueblos que habitaban el resto de la península, en particular en la zona de la costa levantina, se han dado en llamar íberos y de los que destaca precisamente esa característica, la heterogeneidad y mezcla de usos culturales como se aprecia en su arte: 
Dama de Elche
Dama de Baza

Colonizaciones (h. 1100 – 264 a. C.)
·          
  • Enseguida este espíritu de koiné logró homogeneizar a lo que se denomina por ciertos historiadores “celtíberos” que fueros quienes encontraron una serie de pueblos durante la Edad de Hierro (s. VIII – III a. C) llegando a la costa mediterránea motivados por intereses comerciales y coloniales y que transformarían  los modos de vida de los primeros que se establecerían en el medio y alto valle del Duero :
o   Fenicios. Llegan, como hábiles comerciantes, en el siglo VIII a.C. dejando su influencia en la zona suroeste peninsular y en las Baleares. Se asentaron en varias colonias como Gadir (Cádiz) y Malaca (Málaga). Son los responsables de la difusión de nuevas tecnologías (hierro, cerámica…), elementos culturales (culto Melqart, uso de perfumes…) y de la importación de mercancías como el vino, el aceite de oliva, orfebrería del oro, etc.

o   Tartessos. Triángulo entre Sevilla, Huelva y Córdoba, a lo largo de las décadas van asimilando rasgos (semitas) de los fenicios (de los que probablemente terminaran siendo vasallos). La arqueología descubre suntuosos enterramientos que nos vuelven a hablar de la organización social, una monarquía fuerte que cuenta con varios pueblos vasallos por medio de los jefes tribales. A finales del siglo VI a. C; desaparece de los textos escritos probablemente por la pujanza del imperio de NABUCODONOSOR y el corte de las rutas comerciales con el Este del Mediterráneo, coyuntura que aprovechan los pueblos de la península para atacar Cádiz, su puerto más importante. La expansión griega y cartaginesa completan el colapso tartésico

o   Griegos. En el siglo VII a.C. fundan Emporión (Ampurias) y posteriormente Rhode (Rosas) influyendo en el Noreste mediterráneo. Con la decadencia fenicia se apoderaron del comercio de la Península estableciendo nuevos asentamientos hasta la llegada de los cartagineses.

o  Cartagineses. Llegan en el siglo IV como potencia hegemónica. Aliándose con las colonias  fenicias arrinconan la influencia griega a la costa norte mediterránea. Trataron de usar, en el contexto de las guerras púnicas, la zona occidental peninsular como plataforma económica y militar contra Roma, empleando como base la nueva Cartago Nova (Cartagena, 228 a.C.) Las acciones de ANÍBAL ocasionaron la llegada de los romanos a Iberia


La Romanización (264 a.C - 212 d. C)

  • Roma pondría sus ojos en la península ibérica a causa del enfrentamiento militar que mantenían con Cartago y que se desarrollaría a lo largo de las Guerras Púnicas. En la primera de ellas los cartagineses perderían Sicilia y Cerdeña lo que les llevó a fijarse en la península para ampliar el frente de cara a los romanos.
o   I Guerra Púnica (264-241 a. C). Tras el asedio de ANÍBAL a la península itálica y su inminente invasión de la capital romana, el general ESCIPIÓN ataca el sur de la península para cortar los suministros, marcando el inicio de la expansión romana hacia el occidente mediterráneo, interrumpida por el contraataque del general ASDRÚBAL en 217 a.C., y que se completaría con la derrota cartaginesa en la
o   II Guerra Púnica (218-201 a. C.) en la cual ESCIPIÓN toma Gades (Cádiz), desembarca en África (en 204 a.C.) y vence a ANÍBAL en la batalla de Zama en 202 a. C.
  • La administración provincial en un principio consta de dos provincias Ulterior (luego Tarraconense) y Citerior (Bética) que sería foco de enfrentamientos con los pueblos de la meseta y el norte peninsular reticentes a la romanización (=resistencia de Numancia), lo que provocaría en Roma una conciencia colonizadora despertada por JULIO CÉSAR que sirviera para fundar ciudades que acogieran a los veteranos de guerra y sirviera también como premio por sus servicios al tiempo que funcionaran como campamentos de resistencia ante los ataques lusitanos y norteños.
  • El imperio sirvió a AUGUSTO para lograr una mayor eficacia en la administración tanto de Roma como de las provincias, un gobierno dictatorial y una impresionante maquinaria propagandística que se traduciría en la promoción de obras públicas y la proliferación de templos y foros dedicados a sí mismo y la dinastía Julio-Claudia a la que decía pertenecer. En la península AUGUSTO añadió otra provincia, la Lusitania, donde colocaría una capital en su propio honor Emérita Augusta (Mérida) que serviría de paso para alojar las tropas excedentes de la batalla contra los cántabros.
  • El asentimiento del imperio permitió la explotación de las tierras hispanas que pasarían a introducirse en la trinidad agrícola mediterránea: el trigo, la vid y el olivo que llegaría a ser tan cotizado que sustituiría por decenas de años al italiano para ser consumido en la capital; es también destacable la actividad ganadera. También la urbanización, obras públicas y monumentos que bajo TRAJANO y ADRIANO [117-138 a. C.), ambos béticos, conocieron una verdadera fiebre constructora.
  • TIBERIO regula el culto al emperador (15 d. C.) que ya se daba en época de AUGUSTO pero que no podía ser demasiado publicitado en la Roma del momento

La desintegración del imperio en Hispania (212 -410/476)

  •  La península siempre fue objeto y escenario de luchas intestinas entre generales y senadores romanos, pero no fue hasta el siglo III d. C. (durante el imperio de CARACALLA) cuando estos enfrentamientos se traduzcan en pérdida de soberanía sobre el territorio, en gran medida a causa de las invasiones de los pueblos bárbaros del norte de Europa. 
  •  Ayuda a esta decadencia la ruralización y el excesivo gasto de las autoridades locales en monumentos, baños, teatros, en un arte que poco después aparecería copiado en la capital del imperio dando una idea del declive del famoso “arte clasicista” y de las propias técnicas artísticas. Sin embargo lo habitual es ver cómo el estado se va debilitando a favor de la iniciativa privada que es la que a lo largo del siglo V costea carreteras y murallas y la que de paso va acaparando tierras a lo largo de la península.
  • DIOCLECIANO (284-305) reforma administrativamente el imperio introduciendo la tetrarquía (dos augustos y dos césares) encargados de defender los distintos flancos, política exitosa hasta la muerte del emperador cuando el imperio entra en descomposición, en parte mitigada por el “golpe de estado” de CONSTANTINO que traslada la capital a Constantinopla y usa la religión católica como aglutinador (se proclama el apóstol número 13) y legitimador de su nuevo imperio. Las nuevas rivalidades entre aspirantes a los puestos de mando en la península abre la vía a vándalos, suevos y alanos en forma de mercenarios (El príncipe, Maquiavelo) hacia el interior de la península donde sólo la provincia Tarraconense permanecería adscrita al orden de Roma.
  • Los visigodos pactarán con Roma la defensa de la Tarraconensis (tras saquear Roma bajo el gobierno de ALARICO en 410) de los ataques de los pueblos bárbaros que permanecen en la península y tras aplastarlos la resistencia y con la caída del Imperio Romano de Occidente (476), que coincide con el reinado de ODOACRO en Italia, se convertirán en la potencia hegemónica del Occidente Mediterráneo, conservando un territorio en la Galia, la Septimania.


TEXTO II.

a)            “Allí crio Poseidón a las cinco generaciones de hijos varones y gemelos por él engendrados; después de haber dividido toda la isla en dos partes, al primero de la primera generación le entregó la morada de su madre y las tierras circundantes, que eran las más extensas y las de mejor calidad; nombró, igualmente, a éste rey de los otros, a quienes hizo príncipes, poniendo en sus manos el gobierno de muchos hombres y la administración de una extensa región; impuso nombres a todos ellos: el mayor, primero en reinar, recibió el nombre de Atlas, que sirvió para designar a toda la isla y al mar Atlántico que le rodea. El gemelo nacido después de él consiguió en el reparto el extremo de la isla situado hacia las columnas de Hércules, frente a la región denominada actualmente Gadírica: se llamaba Eumelos en griego y Gadiros en lengua indígena, siendo éste el nombre que ha llegado a designar el país.”

PLATON, Critias, 113

b)           “Los cartagineses, una vez aquietada la situación en África, reunieron un ejército y lo enviaron a España bajo el mando de Amílcar. Este, tomando el ejército y a su hijo Aníbal, entonces de nueve años de edad, y pasando el estrecho de las columnas de Hércules, restableció en España las posesiones de los cartagineses. Permaneció en estos lugares cerca de nueve años, sometiendo a Cartago muchos pueblos ibéricos, unos por la fuerza y otros por las negociaciones, y al final terminó su vida de una manera digna de sus anteriores hazañas. Pues hallándose delante de un enemigo numerosísimo y muy aguerrido, se portó con tal audacia y temeridad lanzándose en el momento más crítico de la lucha que dejó allí valerosamente la vida. Los cartagineses traspasaron el ejército a Asdrúbal, pariente y trierarca suyo.”
POLIBIO, 2, 1, 5.

c)            Los saguntinos, al verse abrumados por este ataque inesperado y no anunciado por los heraldos, enviaron una embajada a Roma... Los saguntinos, una vez perdida la esperanza de ayuda de Roma, y como el hambre les acuciaba y Aníbal persistía en su asedio continua – pues había oído que la ciudad era próspera y rica no relajaba el asedio-, reunieron el oro y la plata, tanto público como privado, en la plaza pública, por medio de una proclama y lo mezclaron con plomo y bronce fundido para que resultara inútil a Aníbal. Y ellos mismos, prefiriendo morir en combate antes que por hambre, se lanzaron a la carrera, de noche todavía, contra los puestos de guardia de los africanos, que aún dormían y no sospechaban el ataque. Por lo cual, los mataron cuando se levantaban del lecho y se estaban armando a duras penas en medio de la confusión y algunos, incluso, cuando ya estaban luchando. El combate duró mucho tiempo y de los africanos murieron muchos, pero de los saguntinos todos. Las mujeres, al ver desde las murallas el fin de sus hombres, se arrojaron unas desde los tejados, otras se ahorcaron y otras, incluso, degollaron a sus propios hijos. Este fue el final de Sagunto, una ciudad que había sido grande y poderosa. Aníbal, tan pronto como se percató de lo que había sucedido con el oro, movido por la ira, dio muerte a aquellos saguntinos que quedaban y eran adultos, después de torturarlos, pero viendo que la ciudad estaba a orillas del mar y no lejos de Cartago y poseía una tierra buena, la pobló de nuevo e hizo de ella una colonia cartaginesa. La cual creo que se llamó Cartago Espartaria.”
APIANO, Sobre Iberia, 11, 12
d)           Después de las Galias viene Hispania. En este país amplio, grande y rico, que cuenta con hombres doctos y de todos los bienes, distinguido por sus productos comerciales, de los que señalo algunos: exporta, en efecto, aceite, salmuera, vestidos diversos, tocino, caballos, provée de ellos al mundo entero. Goza de todos los bienes y es excepcional en todos, pero, además, exporta a toda la tierra esparto de calidad; por ello, muchos la consideran como indispensable porque contribuye así a la seguridad general de la navegación, y, por medio de él, al comercio. Sin embargo, muchos la consideran como una provincia pobre.
Expositio totius mundi et gentium, 59

e)           “Los impuestos aumentaron de forma alarmante; el número de los que recibían era mayor que el de los que pagaban, de modo que los colonos arruinados abandonaron las tierras y los campos quedaron incultos. Aún peor resultó el hecho de que las provincias fuesen divididas en partes y que a cada una de las ciudades se enviase una multitud de funcionarios y recaudadores, cosa que no fue en absoluto favorable para la sociedad.”
LACTANCIO. Sobre la muerte de los perseguidores, 7

Preguntas clave
·          
  1. En qué se puede apreciar el espíritu de koiné en los pueblos ibéricos
  2. ¿Qué pueblos se fijan en la península ibérica a final de la Edad del Bronce y por qué? 
  3. ¿Qué lleva a Roma a asentarse en la costa levantina? 
  4.  ¿Por qué se caracteriza el imperio de Augusto? ¿Cómo queda reflejado en Hispania? 
  5.  Enumera las diversas causas que pudieron ayudar a la debilidad del imperio romano.
Bibliografía

BRAVO, G (2008) Historia del Mundo Antiguo. Una introducción crítica. Alianza. Madrid

BIANCHI BANDINELLI, R (1969) Roma, centro de poder. Aguilar. Madrid.

GARCÍA DE CORTÁZAR, F & GONZÁLEZ VESGA, J. M (1993) Breve Historia de España (Caps. 3-6). Alianza. Madrid

VVAA (2010) Textos de Historia Antigua de España. Girha (Universidad de Valencia). Valencia [PDF]

ZANKER, P (2005) [1992] Augusto o el poder de las imágenes. Alianza. Madrid

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